Nuestra mente es muy hábil para tratar de catalogar todo como bueno o malo, decirnos que nos equivocamos y que no sabemos hacer las cosas.
Vemos otras personas para las cuales todo parece muy fácil, quisiéramos entender porque para ellos es tan natural lo que a nosotros tanto nos cuesta y hasta llegamos a envidiarlos un poco.
Nos juzgamos muy fuerte por nuestros errores y terminamos en un círculo vicioso de culpa que no nos lleva a ningún lado.
Pero ese no es del todo el enfoque adecuado. Hace años cuando me iniciaba en el budismo llegó a mis manos un texto con el que lo entendí muy bien y hoy quiero compartirlo y analizarlo con ustedes.
Intro:
- Experiencia desde el budismo
- La verdadera espiritualidad
- Invitación al reto